LA CASA ENCANTADA
Había una vez una casa abandonada. Una amiga y yo decidimos entrar en ella.
– ¿Habrá fantasmas en la casa?, dijo mi amiga.
– No creo, eso es una tontería.
Las puertas chirriaron al entrar y por todas partes se veían telarañas. Dijo mi amiga:
– Me está dando un poco de miedo.
– No seas miedosa y sigamos investigando.
De repente, oímos un grito. Miramos hacia la escalera y vimos un fantasma horrible. Salimos corriendo muertas de miedo. Una vez en la calle, descubrimos que era Jorge, que se había puesto una máscara de drácula.
– ¡Vaya susto que os he dado!
Los tres nos caímos al suelo muertos de risa.
(Isabel Martínez)
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